PARA PONERNOS EN SITUACIÓN
Xenoblade Chronicles para
Nintendo Wii pertenece a uno de los estudios japoneses con más reputación. Tras
la creación de Chrono Cross(1995) para PSX, algunos integrantes de Square Soft
dejaron la compañía para fundar Monolith. La nueva desarrolladora se ganaría el
aplauso de la crítica con Xenosaga, que publicaría tres entregas en Playstation
2(2002,2004 y 2006 respectivamente). En la actualidad ambos títulos son
considerados de culto por gran parte de la comunidad gamer. Pero ahí no
acabaría la cosa. Monolith volvería a alcanzar el éxito con otro clásico
atemporal, Baten Kaitos(2003) para Gamecube y con una segunda parte que no
llegaría a territorio europeo. Destacar otras itinerancias del estudio como la
adaptación de las dos primeras partes de Xenosaga para Nintendo DS en 2006 o el
notable rpg por turnos basado en uno de los mangas más famosos de la historia:
Dragon Ball Z: Attack of the Saiyans(2009) fue una grata sorpresa para los
usuarios de la portátil de los de Kyoto.
Por supuesto éste no es el historial completo de
Monolith en materia videojueguil, pero sí el historial que considero importante
en materia de rpg de éste estudio. Tampoco es la primera vez que los japoneses
se adentran en la maquinaria de Wii pues ya nos brindaron con un titulo de
aventura y supervivencia bastante notable como lo fue Disaster: Day of Crisis.
Como habréis podido observar el nombre de
Xenoblade hace referencia a una de sus sagas emblemáticas: Xenosaga. No es que
Xenoblade tenga que ver argumentalmente con Xenosaga sino que fue una decisión
ideada por el estudio en honor a su fundador Hirohide Sugiura.
LA HISTORIA DE UNA ESPADA
Hace milenios dos titanes: Bionis y Mekonis
luchaban entre sí. Con el tiempo, la batalla se tornó más violenta lo que hizo
que los dos titanes se hirieran mutuamente y quedaran inertes en el vacío del
mundo. Con el transcurrir de las eras la vida surgió en la superficie de los
dos titanes. En la actualidad los humas(humanos) de Bionis y los
mekons(máquinas) de Mekonis luchan en una guerra sin cuartel. Los humas luchan
sin descanso contra el enemigo con la ayuda de Dunban, un guerrero que porta la
Monado. Se cree que es una espada mítica capaz de causar estragos entre las
filas de los mekonis. Después de presenciar la batalla entre los dos bandos,
los humas deben retirarse a uno de los últimos bastiones humas que quedan,
Colonia 9, hogar de Dunban y de el auténtico héroe de la historia, Shulk.
No explicaré más de la historia
para evitar spoilers pero cabria apuntar que nuestra aventura nos llevará por
todas las partes del cuerpo del titán Bionis para conseguir nuestro objetivo. Y
creedme, vais pasar un gran número de horas para conseguirlo.
JUGABILIDAD ORIENTAL/OCCIDENTAL= JUEGO ENORME
Quizás tendría que explicar un poco el título para
que entendáis mejor de que va todo esto. A grandes rasgos tradicionalmente el
rol oriental se ha caracterizado por centrarse en la historia y los personajes,
en cómo evolucionan a través de las experiencias que van viviendo. Normalmente
el argumento es el que marca el ritmo de juego y la jugabilidad es más
restrictiva(centrada en los combates y la evolución de las habilidades de los
héroes). No se deja margen de decisión en la historia ni en cómo vivir la experiencia,
incluso en muchos momentos se deja de banda el tema de la exploración(claro
ejemplo de esto lo tenemos en Final Fantasy XIII). Por su parte, el rol
occidental se ha basado en la exploración y las decisiones del jugador, que es
quién decide cómo completar la aventura y a qué ritmo. Cómo consecuencia,
muchas veces la historia principal quedaba desangelada y mas bien “ligera” a
nivel argumental(ejemplos de esto los tenemos en Morrowind u Oblivion). Cómo es
normal no hay que tomarse las dos formas de ver el rol como taxativas e
inamovibles y, por supuesto, cada una tiene sus puntos fuertes y puntos a
mejorar. Lo que sí que es objetivamente cierto es que el rol oriental no ha
tenido muchos éxitos en ésta generación en comparación a las anteriores. Tan solo
algunos destellos de calidad cómo Lost Odyssey, Tales of Vesperia o Resonance
of Fate. Mientras que el occidental se ha proliferado en éxitos como Dragon
Age: Origins, Fallout 3 o el citado Oblivion.
Todo lo anteriormente expuesto viene de perlas
para poder explicar mejor la jugabilidad de Xenoblade, pues su estructura
combina tanto el rol oriental como el occidental.
Sí, tenemos una historia
principal que seguir pero podemos dejarla de lado para explorar el gran mundo
que se nos pone por delante. Y la exploración, creedme, es una de las partes
más satisfactorias del juego. La aventura nos lleva por diferentes partes del
cuerpo de Bionis, desde la pierna a la rodilla, pasando por la cintura y
llegando incluso a la cabeza. Cada parte es de una extensión bárbara, con sus
lagos, cataratas, praderas, animales y con su propio clima y ecosistema. El
juego incentiva la exploración a partir de quests secundarias(hay literalmente
miles de éstas) y de experiencia que se nos otorgará al descubrir nuevos
terrenos. Las quest secundarias ofrecerán cada vez mejores ítems y más
experiencia por lo que es recomendable completar cuantas más mejor.
Uno de los elementos más
innovadores de la entrega es una suerte de sociograma. En cada ciudad hay una
treintena de habitantes con nombre específico que, a medida que los vayamos
conociendo se nos dibujará un mapa de relaciones entre los diferentes
habitantes. Éste mapa nos ayudara a completar misiones secundarias que
aumentaran nuestra reputación con dicha ciudad. A más reputación, misiones
secundarias más complejas y mejores ítems y recompensas. Éste sistema de relaciones también se aplica
a nuestro grupo de héroes. Cuantos más combates y misiones secundarias
completemos con ellos mejor relación tendremos con sus integrantes. Ésta mejora
en las relaciones conlleva el desbloqueo de escenas en las que conoceremos más
sobre los distintos compañeros que tendremos en la aventura.
Y llegó el momento de explicar
otra de las partes centrales de la aventura. El combate. Podremos controlar directamente a uno de los
personajes principales(en todo momento podemos cambiar el líder) y dar órdenes
a los otros dos acompañantes, tales como centrar los ataques sobre un enemigo
en concreto, dispersar al grupo o escapar. Debajo de la pantalla tenemos una
barra de habilidades con 8 huecos, en los que se pueden elegir las habilidades
que utilizaremos. Cada habilidad cuenta con un período de reutilización por lo
que deberemos estudiar bien cuales utilizar. Además, cada habilidad es efectiva
o no según la posición que tomemos en relación al enemigo por lo que
posicionarse para la batalla y vigilar en qué momento utilizamos según qué
habilidades será crucial. En mitad del
combate existen más opciones como la de animar a nuestros compañeros o ver el
futuro. Ésta opción es interesante pues Shulk tiene la habilidad de predecir
las acciones del enemigo. Tras una secuencia en blanco y negro tenemos un
tiempo para avisar al compañero que recibirá el ataque para evitar que se
cumpla la predicción. Es un sistema que, a priori parece sencillo, pero que
presenta muchos matices que con el transcurso de las batallas sentiremos más y
más profundo.
El desarrollo de las habilidades
de nuestros personajes es a partir de la obtención de experiencia con la que se
sube de nivel(el límite está en el 100). En ciertos niveles los personajes
aprenden nuevos poderes con los que combatir. Las habilidades también se pueden
mejorar a partir de Puntos de Habilidad que también nos darán en los combates.
Otro aspecto importante que habría que mencionar es que el equipo que
consigamos se reflejara en las estadísticas del personaje y en la apariencia de
éste.
Y aún me dejo muchos elementos de
la jugabilidad: la reconstrucción de ciudades, los vínculos entre personajes
que ofrecen nuevas habilidades, la capacidad de mejorar el equipo con
gemas...Cómo vemos, no me quedaba corto con el titulo. TODO es enorme en éste
juego.
GRÁFICOS Y SONIDO ENORMES
Ante todo, debemos tener en
cuenta la plataforma sobre la que corre el juego. Wii está obsoleta
gráficamente hablando, pero eso no impide que la dirección artística sea
apabullante. Los escenarios que presenta el juego son todos enormes, los más
grandes que he visto jamás en cualquier videojuego japonés. El motor gráfico
permite renderizar los escenarios abiertos a una distancia impresionante. Cómo
es normal a nivel de texturizado hay algunas que cantan y el popping en
personajes y algunas estructuras cercanas se deja notar en algunas ocasiones
pero eso no empaña la magnífica ambientación del juego. Los personajes están
bien animados y las escenas de video que cuentan la trama están hechas con el
mismo motor que el juego. Éstas están dirigidas con sumo gusto pero dejan
patentes las limitaciones del hardware de Wii. De todas formas, estamos ante uno
de los títulos que más exprimen la máquina. En lo que respecta al sonido, las
melodías son en todo momento brillantes. La banda sonora es digna de ser
escuchada infinidad de veces.
CONCLUSIONES
Xenoblade Chronicles es una oda
al buen gusto, un caramelo del rpg dentro del catálogo actual de Wii y uno de
los mejores de la current gen. História increíble, miles de quest secundarias,
exploración, combates frenéticos, personalización de heroes...tiene de todo.
Los gráficos en conjunto son una maravilla(para ser de wii) y la duración del
mismo es más que sobresaliente: entre 40 y 60 horas para la aventura principal
y cerca de las 100 si lo queremos completar todo. Si aún no tienes una Wii
corre a por ella por que sólo por éste juego merece la pena
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